Nuestro efecto en los pacientes

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Autor Johannon Olson

Sabía que estaba en un lugar muy distinto cuando entré al Lucile Packard Children’s Hospital Stanford en mi primer día en marzo. Estaban los carros rojos estacionados en nuestros pasillos, los anestesiólogos, que le cantaban serenatas a sus pacientes con las últimas canciones de Disney y los amados peluches esperando pacientemente que la camilla de sus dueños regresara de cirugía.

Fue claro que este no era solo un lugar en el que las personas hacen hasta lo imposible para atender a nuestros pacientes, sino un lugar que en verdad celebra a los niños.

Aunque la mentalidad y el enfoque de «el paciente es primero» ya estaban arraigados, no estaba claro cómo aplicarlos en muchos de los sistemas únicos y a menudo complejos que utilizamos para apoyar nuestro trabajo diario. Empezamos la investigación para nuestra gran «declaración de oportunidad». Revisamos nuestra misión, visión y valores internos y nuestros objetivos principales. Acudimos a nuestros líderes para que nos aconsejaran.
Buscamos por fuera a compañías y mentores respetados. ¿Qué hacen? ¿Cómo están logrando resultados espectaculares? Leímos libros y visitamos a otros equipos que estaban superando a sus pares. Empecé a preguntar ¿cómo podemos utilizar esa perspectiva para guiar nuestras decisiones y equipos?

La respuesta llegó algunas semanas más tarde con una pequeña paciente curiosa. Con una cabeza llena de rizos cafés y una sonrisa que derrite el corazón, llegó a nuestra zona preoperatoria una mañana para una cirugía cerebral que le cambió la vida. Sorprendió al equipo cuando sacó una lista de preguntas que había preparado minuciosamente para su neurocirujano. Había muchas consultas serias y meditadas como «¿Cuántos años estudió para hacerse cirujano?», y «¿solo hace cirugías en niños o también en adultos?» Pero la pregunta final fue la que nos llenó los ojos de lágrimas, sencillamente decía «¿Cuándo puedo saltar desde la mesita de centro otra vez?» Inmediatamente empezamos a compartir la nota con el equipo. La reacción de todos fue la misma: ¡Eso es lo que hacemos! Trabajamos juntos para enviar a estos niños a casa a sus vidas normales y con sus seres queridos con la mejor experiencia y resultados posibles. Estamos utilizando esta experiencia para guiarnos y recordarnos que debemos centrarnos en mejorar constantemente la experiencia completa del paciente. Lo estamos haciendo al ver nuestro proceso desde la perspectiva del paciente y la familia y preguntarles «¿qué consideran más importante?» Estamos llevando esta perspectiva a nuestros equipos y les hacemos la misma pregunta. Juntos, estamos creando el mejor entorno para pacientes, personal y proveedores para que podamos ayudar a nuestros pacientes a volver a «saltar desde las mesitas de centro».

Autor Johannon Olson, director administrativo, Perioperativo y Perianestesia

Descubra más sobre nuestro equipo de cirugías para niños.

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