Un estudio nuevo de Stanford Medicine Children’s Health señala la importancia de los recursos de alto nivel de la NICU en California

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A pesar de una tendencia reciente a que los hospitales de California aumenten el número de unidades de cuidados intensivos neonatales de acuidad de bajo nivel y de nivel medio, las instalaciones de alto nivel y de alto volumen son las que tienen las tasas de mortalidad más bajas en cuanto a tratar a bebés prematuros con enterocolitis necrosante, una enfermedad intestinal peligrosa. Pero los números de estos centros de altos cuidados están en disminución, según un estudio nuevo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford.

Los hallazgos, que fueron publicados el 10 de noviembre en JAMA Pediatrics, proporcionan una oportunidad inmediata de mejoras, inclusive el potencial de centralizar los importantes recursos y servicios de las NICU en el estado.

«El estudio nos ayuda a ver la tendencia actual y la forma en que podemos garantizar que tengamos a los pacientes adecuados para el nivel asignado de atención en todas las instalaciones de la NICU, incluida la detección temprana de la enfermedad e incluso triaje dirigido a hospitales terciarios como el nuestro», comentó el Dr. Karl G. Sylvester, cirujano pediátrico y codirector del Centro de salud fetal y materna del Lucile Packard Children’s Hospital Stanford, hogar de una NICU de nivel IV que proporciona el nivel más elevado de atención disponible a bebés prematuros. Sylvester también es profesor asociado de cirugía en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y coautor del estudio.

«Además, el estudio señala la necesidad de un manejo integral de bebés prematuros de alto riesgo y en situación compleja para que enfermedades como la enterocolitis necrosante se puedan prevenir o identificar en una etapa más temprana», comentó Sylvester.

El estudio revela que había una tendencia hacia la desregionalización de las NICU del 2005 al 2011 y que las tasas de mortalidad variaban según los niveles de atención. Bebés de muy bajo peso de menos de 1,500 gramos que sufrían de enterocolitis necrosante y que nacieron en hospitales con NICU de nivel medio o bajo, pudieron tener de un 39 a un 52 por ciento de mayor probabilidad de morir que bebés similares que nacieron en hospitales con las NICU de nivel más alto, según el estudio.

«Desafortunadamente, las NICU de acuidad más baja no pueden ofrecer una amplia variedad de atención especializada», comentó Sylvester. «Y nuestro estudio reveló que los hospitales de medio nivel tienden a transferir a estos bebés que están muy enfermos a una instalación de alto nivel más tarde, después de que la enfermedad ya evolucionó».

A menudo los bebés con enterocolitis necrosante que nacen en centros de nivel más bajo no fueron transferidos hasta la tercera semana de vida del bebé, según el estudio. Muchas veces es difícil identificar esta enfermedad, especialmente cuando los doctores no manejan volúmenes altos de estos bebés de alto riesgo, según los autores.

Los investigadores descubrieron que con la expansión de las NICU de más bajo nivel, menos bebés de muy bajo peso al nacer —solo el 26.5 por ciento en el 2011, una reducción del 42.5 por ciento en el 2005— nacen en instalaciones de alto volumen y alto nivel. De hecho, el número de las NICU de alto nivel de California bajó de 17 a 15 entre el 2005 y el 2011, aunque el número total de centros NICU aumentó de 98 a 127.
Los investigadores creen que la reducción de unidades de alto nivel se debe directamente a la competencia del aumento de centros de nivel medio.

«No es necesariamente el caso que estas NICU más pequeñas deberían cerrar», comentó el Dr. Henry Lee, coautor del estudio, neonatólogo y director de investigación de la California Perinatal Quality Care Collaborative, un grupo de líderes de atención médica pública y privada que recopilaron los datos utilizados en el estudio. «Pero este es un buen momento para hablar de transferir a estos pacientes antes a instalaciones de alto nivel y alto volumen, que tienen más experiencia en el tratamiento de enterocolitis necrosante, más subespecialistas y una mayor disponibilidad de cirujanos».

Lee, quien también es profesor asistente de pediatría en la Escuela de Medicina, comentó que el estudio abre la puerta a más investigación de enterocolitis necrosante y a la manera en que los doctores pueden clasificar estos casos de una mejor manera. Y los investigadores están esperando que el estudio demuestre la importancia de capacitar a los médicos familiares en identificación temprana e incremento en el manejo de la enfermedad.

Otros investigadores que participaron en el estudio incluyen al Dr. Zachary Kastenberg, autor principal del estudio, residente de cirugía y becario en investigación de atención médica y política sanitaria; al Dr. Jochen Profit, profesor asistente de pediatría y al Dr. Jeffrey Gould, profesor de pediatría.

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