Madre Tierra: la contaminación afecta al embarazo de manera negativa

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Según una nueva investigación de Stanford Medicine, respirar la contaminación que generan los vehículos de tránsito en las primeras etapas del embarazo está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos defectos de nacimiento graves.

El hallazgo resulta de un estudio que examinó la calidad del aire y los datos de defectos de nacimiento en mujeres que viven en el Valle de San Joaquin de California, una de las regiones con más contaminación del país. «Descubrimos una asociación entre contaminantes específicos del aire relacionados con el tránsito y defectos del tubo neural, que son malformaciones del cerebro y de la columna», comentó la Dra. Amy Padula, doctorado, autora principal del estudio e investigadora de posdoctorado en pediatría en Stanford. La investigación se publicó en línea el 28 de marzo en la American Journal of Epidemiology.

«Los defectos de nacimiento afectan a uno de cada 33 bebés y alrededor de dos terceras partes de estos defectos se deben a causas desconocidas», comentó el Dr. Gary Shaw, doctorado, autor principal del estudio. «Cuando nacen estos bebés, introducen a la vida familiar una increíble cantidad de preguntas, muchas de las cuales no podemos contestar». Shaw es profesor de investigación de pediatría en medicina neonatal y del desarrollo en Stanford.

Los científicos estudiaron a 806 mujeres que tuvieron un embarazo afectado por un defecto de nacimiento entre 1997 y 2006, y 849 mujeres que tuvieron bebés sanos durante el mismo periodo.

Todas las mujeres estudiadas vivían en una zona de California conocida por su mala calidad del aire –el Valle de San Joaquin– durante las primeras ocho semanas de sus embarazos, una ventana de tiempo en la que se desarrollan muchos defectos de nacimiento. Las mujeres que respiraron los niveles más elevados de monóxido de carbono fueron casi dos veces más propensas a tener un bebé con espina bífida o anencefalia que las que tuvieron una exposición más baja al monóxido de carbono. La exposición al óxido de nitrógeno y el dióxido de nitrógeno también estuvo relacionada con un mayor riesgo de desarrollar estos defectos; las mujeres con la exposición más elevada al óxido de nitrógeno fueron casi tres veces más propensas a correr el riesgo de tener un embarazo afectado por la anencefalia, por ejemplo. Se necesitan más estudios para examinar los efectos combinados de contaminantes múltiples y para examinar otros contaminantes, así como otros tipos defectos de nacimiento, comentaron los investigadores.

«Si estas asociaciones se confirman, este trabajo ofrece un canal para una posible intervención para reducir los defectos de nacimiento», comentó Padula.

«Además, para nuestros colegas que son académicos y científicos, este trabajo les da la oportunidad de pensar sobre lo que podría significar esta exposición a contaminantes a nivel mecanístico», comentó Shaw. «Les podría dar un mejor entendimiento de los detalles del desarrollo humano».

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