Bob Zimmerman, un voluntario cariñoso gana el Premio Visa a voluntarios

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Bob Zimmerman, un voluntario «cariñoso» en Lucile Packard Children’s Hospital Stanford y empleado de Visa, recibió el Premio Visa a voluntarios para enero-julio del 2014. Como parte de su reconocimiento, Visa está donando $5000 dólares al hospital en señal de homenaje al trabajo de los voluntarios cariñosos y otros voluntarios.

Para la mayoría de los padres, pasar del nacimiento a llevarse a su hijo prematuro a casa puede generar mucha tensión. Los voluntarios cariñosos ofrecen un par extra de brazos a estos bebés durante una época tan frágil, reduciendo así la presión de largas hospitalizaciones en el personal, los bebés y sus familias. Los padres a veces deben alejarse de la cama, y los médicos y las enfermeras tienen que estar constantemente centrados en las necesidades médicas esenciales del paciente. De igual manera, los voluntarios cariñosos proporcionan una forma de satisfacer las necesidades personales del recién nacido.

Zimmerman sabía que quería trabajar con bebés, pero no sabía dónde empezar. Con la ayuda de sus amigos, una serie de entrevistas, muchas horas de capacitación y dos sesiones en un salón de clases, calificó para convertirse en un voluntario cariñoso capacitado. Los últimos 15 meses, Zimmerman ha dedicado las noches de todos los jueves a nuestros bebés prematuros, trabajando de las 9:00 p. m. a la media noche. Y este año, Bob fue invitado a participar en el «Panel de cuidadores cariñosos» que se dirige a la generación de nuevos cuidadores cariñosos y también fungió como mentor de la nueva generación de cuidadores cariñosos este 2014.

«Tengo el trabajo de voluntario de mis sueños», comentó Zimmerman,  «Cuando me preguntaron cuál era mi trabajo de voluntario de «ensueño», contesté que sería cargar bebés. Sin embargo, rápidamente descarté esa idea, porque no era posible que existiera una oportunidad como esa», comentó Zimmerman «Gracias a un vecino, descubrí que este tipo de programa de hecho existía en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford, y me convertí en un voluntario cariñosos capacitado en el 2013.  Cada vez que entro al hospital para empezar mi turno, me siento honrado de ser una pequeña parte de un equipo de excelencia que cuida a esos preciosos bebés».

Para obtener más información sobre el programa de voluntarios cariñosos, consulte este perfil del programa producido recientemente por ABC News, o visite el sitio web de los voluntarios de Lucile Packard Children’s Hospital Stanford.

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