Una buena primera impresión

Hospital lobby of Lucile Packard Children's Hospital

El diseño de un hospital puede afectar las impresiones sociales, psicológicas y medioambientales del visitante en algunos minutos, así como entrar al vestíbulo de un hotel puede dar una idea previa de la experiencia en general. Ahora los hospitales están aprendiendo del sector hotelero y están creando una primera impresión positiva.

La nueva ampliación de Packard Children’s se ha tomado muy en serio estas lecciones, comenta el Dr. George R. Tingwald, AIA, arquitecto y cirujano general y director de la planeación médica de Packard Children’s y Stanford Hospital & Clinics.

«El diseño del hospital necesita estar basado en la naturaleza humana. Los pacientes y los visitantes forman sus impresiones de calidad muy rápidamente, lo que yo llamo evidencia sustituta», comenta. «Casi todo lo que sucede en un hospital es extremadamente complejo y sucede tras bambalinas, así que los visitantes tienden a centrarse en lo que pueden ver y entender. Un buen diseño hace que las áreas de posible ansiedad estén ordenadas y sean relajantes».

Se ha integrado en el proceso de planeación la luz natural, los gráficos coloridos y un paisajismo bien mantenido. La disposición física debe facilitar el desplazarse, añade, lo que reduce la confusión y el estrés que normalmente acompañan a un viaje al hospital. Y las investigaciones han demostrado que un entorno de atención médica acogedor en realidad puede promover la sanación.

«Si uno controla la calidad de la primera impresión, uno establece el estándar general de la calidad», comenta Tingwald. «¿Se siente seguro? ¿Es fácil desplazarse? ¿Se ha puesto atención en los detalles?  Esos elementos del diseño fijarán el tono y harán que los pacientes y sus familias se sientan más relajados y menos nerviosos».

El diseño de Packard Children’s también integra los espacios de exteriores, con más de tres acres de jardines y paisajismo, para que los pacientes y las familias puedan tener contacto con la naturaleza, lo que se ha demostrado en muchos estudios que mejora el tiempo de recuperación y reduce el estrés.

«Esto es verdaderamente un entorno físico extraordinario, con clima, vistas y luz del sol que simplemente no están presentes en otro lugar», añade Tingwald. «Nos ofrece la oportunidad de hacer jardines de sanación y espacios de exteriores contemplativos, así como lugares para que los niños jueguen y socialicen. Incorporar la naturaleza es otro elemento de diseño que puede hacer que el entorno hospitalario sea más acogedor y apto para la familia».

No es coincidencia que las palabras «hospital» y «hospitalidad» compartan la misma raíz latina; la nueva ampliación de Packard Children’s integrará estos conceptos aun más.

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