Diseñamos un hospital más sano

Un buen diseño no solo se trata de la apariencia, especialmente cuando se trata de la planificación de un hospital nuevo. Las investigaciones revelan que un buen diseño influye en los resultados del paciente, controla las tasas de infección y reduce los errores médicos.

En la planificación de la ampliación del Packard Children’s, los arquitectos, contratistas e ingenieros trabajaron con el personal del hospital para integrar el diseño a la seguridad y la eficiencia. El resultado es una estructura hospitalaria centrada en la salud y bienestar de pacientes y familias, pero lo suficientemente flexible para acomodar innovaciones futuras en atención y servicios médicos.

De hecho, muchos elementos de la ampliación del hospital que podrían parecer comodidades de hecho están diseñados para ofrecer una atención médica más efectiva, comenta el Dr. George R. Tingwald, AIA, cirujano general y director de la planificación médica de Packard Children’s y Stanford Hospital & Clinics. Él es uno de un puñado de expertos con acreditaciones tanto en medicina como en arquitectura.

«La gran mayoría de los cuartos de los pacientes serán privados, lo que elimina la necesidad de tener parejas de pacientes por edad, sexo y afección médica, y cambiarlos de pareja cuando su agudeza cambie. Descubrimos que el 40 por ciento del tiempo del equipo de enfermería se dedicaba a mover pacientes, que es el momento en que el paciente es más susceptible a una posible lesión o a cambios en su salud», comenta.

Los cuartos privados se uniformarán, pero serán lo suficientemente adaptables para acomodar los distintos niveles de agudeza y no tener que mover a los pacientes. También están diseñados para acomodar a la familia, lo que reconoce el importante papel que desempeña una familia como cuidadora.

«Los hospitales infantiles han abierto el camino en el reconocimiento de la importancia de la participación de las familias y han introducido conceptos como alojamiento conjunto y atención centrada en la familia», comenta Tingwald. «Nadie nota un cambio en la afección de un niño mejor que alguno de los padres o un miembro de la familia. Al estar en el cuarto, como parte de la rutina diaria, la familia se convierte en el mejor defensor del paciente, que a menudo significa que el niño se puede ir a casa más pronto».

Pero mientras están en el hospital, las familias pueden estar seguras de que la seguridad del paciente es un factor determinante en la forma en que se ha diseñado Packard Children’s.

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