La ‘Chica del lápiz labial’ obtiene su deseo de cumpleaños: un trasplante doble de pulmones que salvó su vida

¿Dientes cepillados y lápiz labial puesto? Listo. Las batallas de toda una vida de Doris Díaz con la fibrosis quística grave, que incluye la necesidad de oxígeno las 24 horas del día, los siete días de la semana, no impidieron que se convirtiera en una leyenda en su escuela primaria de Menlo Park. Ella también es conocida como “La chica del lápiz labial”, dado que nunca sale de casa sin una capa de su brillo de labios favorito. Después de un doble trasplante de pulmón realizado el día 4 de junio, Doris, una niña de tan solo 9 años, pudo respirar por sí misma por primera vez en su vida.

Doris nunca olvidará el 3 de junio, el día en que recibió la llamada del neumólogo, el Dr. Carlos Milla: acababa de aparecer un par de pulmones para donación, justo dos semanas antes de su noveno cumpleaños el 18 de junio. “Estaba rezando por recibir un trasplante de pulmón antes de mi cumpleaños. Cuando recibí la llamada, estaba llorando, y asustada, y feliz, todo junto”, dice Doris, que debió esperar durante un año esta donación de órganos que para ella constituye un regalo salvavidas.

Antes de su trasplante el 4 de junio, realizado por el cirujano, Dr. Katsuhide Maeda, la vida de Doris se caracterizaba por un sinnúmero de episodios de infecciones pulmonares, neumonía, tos crónica y docenas de visitas al Lucile Packard Children’s Hospital Stanford, sede del Programa de neumología pediátrica No. 1 en la Costa Oeste. El Dr. Milla describió a Doris como “una de las pacientes más graves a las que me haya tocado tratar”. Era imposible que tomara una inhalación profunda, incluso necesitaba una máquina BiPAP para respirar durante la noche.

Ahora, provista de pulmones nuevos, Doris, con la ayuda de su mamá Corina, está haciendo malabarismos con las citas en la clínica después del trasplante, tomando más de 16 medicamentos diferentes por día, incluidos medicamentos para prevenir el rechazo, y haciendo planes para correr y jugar en la playa en Santa Cruz con su perro Spongy y su hermana Erika de 13 años. Espera algún día poder correr en la playa con su hermano David de seis años de edad, quien también tiene fibrosis quística. Doris y su familia se mantienen fuertes en su lucha, con una fe inquebrantable y la atención médica avanzada del único hospital pediátrico en el oeste que realiza trasplantes de pulmón.

El Dr. Milla está feliz por Doris, que según sus palabras logró “cruzar” a través de muchas dificultades en las semanas posteriores al trasplante: “Ha progresado considerablemente”, añadió.

¿Qué sigue ahora para la chica del lápiz labial? ¿Un viaje a El Salvador para visitar a su familia? ¿Lograr su sueño de toda la vida de ser famosa? El cielo es el límite, pero una cosa que ella nunca olvidará en su aventura es su colección de lápiz labial rosado.