Vea la presentación de este día de los veteranos sobre Joe Manfrey en San Jose Mercury News http://bayareane.ws/1QiRmr
* A su hijo lo trataron por cáncer hace 40 años y Joe Manfrey, de 89 años, todavía lleva las fotos de «antes y después» del cáncer de su hijo para darle esperanza a las familias de pacientes nuevos.
* Al ya haber dedicado más de 12 500 horas, Manfrey celebrará su 25 aniversario como voluntario junto con el 25 aniversario del hospital en el 2016.
Joe Manfrey, quien vive en Sunnyvale, ha visto y hecho mucho en sus 89 años; ha luchado en tres guerras, ha tenido un matrimonio de 42 años, y a visto a su hijo vencer el cáncer en una época en la que las tasas de supervivencia eran mucho menos positivas de lo que son hoy.
Estos días, un martes o un viernes, es posible que se encuentre a Joe Manfrey en los pasillos del Centro de cáncer y hemopatías infantiles Bass del hospital, en lo suyo, hablando con las familias y el personal, visitando a pacientes, pasando juguetes y haciendo que todos se sientan un poco mejor.
En el bolsillo delantero de su camisa encontrará dos fotos enmicadas de las que Manfrey está muy orgulloso, las dos son de su hijo. Una es de su hijo a los cinco años, cuando estaba recibiendo tratamiento para la leucemia. La otra foto es una foto más reciente de su hijo, que hoy es un hombre de 47 años sano, casado y que vive en Nevada.
«Solo espero poder dar algo de esperanza a las familias al compartir la historia de mi hijo y ayudar de alguna manera para amainar su carga, aunque solo sea por un minuto», comentó Manfrey. Siempre intenta tener algo para los niños: un juguete, una paleta o tal vez un libro. Lleva consigo estos artículos por todo el hospital para llevarlos a las unidades que visita.
Manfrey, que tiene una voz suave, luchó en la Segunda Guerra Mundial, en la Guerra de Corea y en la de Vietnam. Como miembro de una tropa de desembarco, estuvo en el Pacífico durante las invasiones de Iwo Jima y Okinawa. Se jubiló de la Marina en 1963.
Después de establecerse en el área de la Bahía en 1970, Manfrey y su esposa Millie iniciaron su familia. Diagnosticaron a su hijo con leucemia a los cinco años y emprendió una batalla de dos años. Luchar contra el cáncer pediátrico a principios de los años setenta implicaba enfrentarse a tasas de supervivencia de entre el 15 y el 20 %, a diferencia de la tasa de hoy de entre el 70 y el 90 %.
La experiencia con su hijo es lo que inspiró a Manfrey a empezar a trabajar como voluntario cuando el hospital abrió sus puertas en 1991 y, 25 años después, y después de 12 500 horas dedicadas, todavía espera con emoción cada semana.
«No creo que pudiera contarle una historia que abarque todo lo que Joe significa para nuestro hospital», comentó Maryellen Brady, directora de los servicios de voluntariado. «Muchas personas aquí lo conocen y lo aprecian. Creo que es su presencia constante, su rutina, su sonrisa, la historia personal de su hijo y un espíritu travieso lo que hace que Joe sea tan confortante y memorable», agregó Brady. «Y en verdad admiramos sus muchos años de servicio a nuestras fuerzas armadas».
«Es un privilegio estar en este hospital y alrededor de estas familias», dijo Manfrey, «y no quisiera pasar mi día de otra forma».
La enfermera Leslie Griffith conoce a Joe desde hace 20 años y admira su compromiso con «algo superior a él», comenta. «Además de su trabajo de voluntario, recauda fondos para eventos para organizaciones que apoyan a niños y familias que están pasando por un tratamiento de cáncer. Tiene un corazón tan grande y personifica el significado de ser ‘generoso'», comenta.
Manfrey pasó el Día de los Veteranos marchando en un desfile y rindiendo homenaje a otros veteranos en San Jose. El hospital, que celebra su XXV aniversario en el 2016, le dará una distinción a Manfrey por sus 25 años de servicio en abril del 2016 durante la Semana nacional de voluntariado. Ya ha recibido el premio presidencial del hospital por el logro de toda una vida en el servicio de voluntariado, así como un premio Bay Area Jefferson.
Queremos dar las gracias a Joe y a todos nuestros veteranos y voluntarios.
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- Samantha Beal
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