Un niño busca el equilibrio entre la atención médica y una juventud activa

Han pasado más de siete años desde que Cole Rossi se curó de un extraño cáncer cerebral. El tumor y la terapia lo dejaron con visión doble, debilidad física y bajos niveles de la hormona del crecimiento. Para mantener a Cole lo más saludable posible, sus médicos en el Packard Children’s continúan su tratamiento hormonal y lo hacen venir dos veces al año para someterse a resonancias magnéticas (MRI). Cole ve a un oncólogo cada seis meses y a un neurólogo cada dos años.

Cuando no está en el Packard Children’s, los días de Cole están llenos con la escuela, clases de piano, arte y su actividad favorita, trabajar con un entrenador físico. “Nunca se queja sobre su condición”, dice su mamá, Linda. «Está demasiado ocupado disfrutando de la vida».