Ahora que las vacaciones de verano están llegando a su fin, los padres se están preparando para enviar a sus hijos de regreso a clases. Además de abastecerse de útiles escolares y comprar ropa nueva, también es buen momento para pensar sobre sus necesidades de salud.
Como pediatra con 15 años de experiencia y madre de dos niños, la Dra. Lama Rimawi, de Lucile Packard Children’s Hospital Stanford y Stanford Medicine Children’s Health comparte sus conocimientos sobre lo que se necesita para que los niños tengan un comienzo saludable.
Haga una cita de bienestar con un pediatra
Rimawi sugiere que los padres escriban una lista de preguntas antes de la cita con el pediatra e incluyan a sus niños para que se sientan parte del proceso.
Antes de empezar un nuevo año escolar es el momento perfecto para asegurarse de que las vacunas de sus hijos estén al día. También se debería revisar la audición y la visión de los niños y se debería hacer una cita para que les pongan la vacuna anual contra la influenza.
«Estas visitas de bienestar de regreso a clases son una excelente oportunidad para que los padres hablen sobre las inquietudes que tengan acerca de sus hijos», comenta Rimawi. «Además los pediatras son una excelente fuente para consultar cómo manejar todo tipo de problemas en la escuela, como el acoso escolar o problemas de comportamiento y atención».
Enseñe a los niños hábitos saludables
Rimawi comentó que normalmente todos están sanos durante el verano pero que aproximadamente de dos a tres semanas después de que empieza el año escolar, los niños empiezan a enfermarse, especialmente los niños que van al jardín de niños.
Los gérmenes se transmiten de dos maneras: por gotas respiratorias o por personas que se tocan la nariz, la boca, los ojos y después tocan objetos. Muchos de los virus respiratorios sobreviven en objetos inanimados durante unos tres días, según Rimawi.
«Los padres deberían enseñar a sus hijos la importancia de lavarse las manos con frecuencia y los niños deberían aprender a cubrirse la boca y la nariz con el codo cuando estornuden», comentó.
Coma bien todo el año
«Tener suficiente energía al inicio del día cambia mucho las cosas en términos de la manera en que los niños pueden poner atención en la escuela», comentó Rimawi, instructora clínica de pediatría en el Gardner-Packard Children’s Health Center.
Rimawi recomienda que los niños coman alimentos que se queden más tiempo en su sistema digestivo, como alimentos integrales y fuentes de proteína y no carbohidratos simples que se digieren demasiado rápido. Lo mismo aplica a los almuerzos escolares, que siempre deberían incluir frutas y verduras.
Manténgase activo después de que empiece el año escolar
Los niños tienen más oportunidades en el verano de estar físicamente activos, pero una vez que se acerca el año escolar, es más difícil que los niños hagan los 60 minutos recomendados de actividad moderada al día.
«De hecho los niños no hacen tanto ejercicio en la escuela», comentó Rimawi. «Una manera de garantizar que los niños hagan suficiente ejercicio es hacer que caminen a la escuela y de regreso, o que vayan en bicicleta».
Ajuste la hora para ir a la cama antes de que empiece la escuela
Parte de la diversión del verano es quedarse despierto y dormir hasta tarde, pero es importante que los niños regresen a sus horarios normales para ir a la cama antes de que empiece la escuela.
«Empiece la transición a la hora de ir a la cama normal una o dos semanas antes del primer día de clases», comentó. «Vaya ajustando la hora para ir a la cama más temprano unos 15 a 30 minutos durante unos días hasta que llegue a la hora que quiere».
Authors
- Joan Semeria
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- Stanford Medicine Childrens Health
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