El viernes 31 de octubre todos en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford participaron en la creación de un parque infantil de Halloween para los jóvenes y los jóvenes de corazón; el parque contaba con una casa embrujada, 50 paradas para pedir dulces y personas a cargo de los pacientes disfrazadas a montones.
Es un lugar donde los niños —y sus familias y amigos— pueden divertirse en Halloween aunque estén hospitalizados.
«Estamos tan contentos de tener el Recorrido para pedir dulces para los niños, y este es el primer Halloween que significa algo especial para mi hijo», comentó Jereme Claussen de su hijo de tres años, Arthur. La hermanita de Arthur, Alma, fue recientemente agregada a la lista de trasplantes de hígado, así que fue lindo que Arthur y Alma pudieran divertirse en Halloween aunque la familia no esté en su casa de Portland, comentó Jereme.
Este año, pequeños superhéroes y princesas caminaron de piso en piso, jadeando de asombro mientras el personal pasaba bolsitas llenas de dulces. Cada pulgada del hospital estaba cubierta de temas y decoraciones de los clásicos infantiles, como Frozen, la Sirenita, las Tortugas Ninja y mucho más.
«El Recorrido para pedir dulces es un lugar donde los niños pueden divertirse en Halloween como si estuvieran en casa», comentó Colette Case, directora de Servicios generales para el niño y la familia, cuyo equipo fue el que planeó el gran espectáculo. «Es maravilloso para los niños ver a sus enfermeras y al personal disfrazado y ser parte del espíritu de la fiesta con ellos. Nos encanta darles esta pizca de magia de Halloween a nuestros pacientes».