Diseño de la futura Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales

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Entre los estudiantes que participaron en la clase de «Rediseño de la NICU» se encontraban Maryam Attai, Suhui Chen, y Stephen Jacobson. Están en esta foto con la diseñadora de productos Jules Sherman y el Dr. William Rhine, instructores del curso de 12 semanas.

Al trabajar como neonatólogo en la Universidad de Stanford y en el Lucile Packard Children’s Hospital en los últimos 25 años, el Dr. William Rhine ha visto de primera mano los avances tecnológicos y médicos más recientes en la atención a bebés prematuros.

«Lo que hemos podido lograr al salvar y atender a estos bebés que son los más vulnerables en verdad ha sido extraordinario», comentó Rhine. «Aun así, necesitamos siempre ser conscientes de la necesidad de la mejora continua en la calidad y la seguridad».

Es por eso que Rhine, mientras estuvo en un periodo sabático en el 2014, de dispuso a dedicar más tiempo a explorar maneras de mejorar el diseño de los componentes que pueden tener un efecto en la calidad y la seguridad en una Unidad de Cuidados Intensivos Nenonatales (NICU).

Por sugerencia de su esposa, Rhine contactó al Instituto de Diseño de Stanford, que se conoce como la escuela d. y empezó a trabajar con Jules Sherman, una diseñadora de producto e instructora de clase, para desarrollar un curso que exigiría a los estudiantes crear un producto, sistema o servicio que mejoraría una NICU típica.

Los estudiantes que tomaron el curso, llamado Rediseño de la NICU, vinieron de varias disciplinas, inclusive ingeniería mecánica, educación, derecho, propedéuticos de medicina y negocios. Durante el curso del trimestre de otoño de doce semanas, los estudiantes aprendieron sobre la NICU a través de los presentadores, la literatura, las simulaciones y las visitas a bebés prematuros y otros bebés enfermos y sus padres. Luego, desarrollaron prototipos y conceptos que ofrecían mejorar la NICU.

«Fue un grupo notablemente diverso y representativo de la capacidad intelectual que existe en el campus de Stanford», comentó Rhine, director médico de la NICU del hospital. Esa unidad está designada como instalación de nivel IV, lo que quiere decir que proporciona el nivel más alto de atención posible. «Gracias a los distintos antecedentes y experiencia de los estudiantes, se logró aportar una perspectiva y visión del mundo nuevas».

Durante la clase final en diciembre, los estudiantes presentaron sus proyectos a los instructores y a un público que incluía personal médico e incluso los padres de bebés prematuros, quienes dieron comentarios a los estudiantes. Los proyectos incluyeron un programa basado en la web y un manual para mantener a los padres informados de la afección y la evolución de su hijo, un programa sobre la transición de los bebés a casa, una pantalla montada en la pared para proporcionar más privacidad a los padres, y un nuevo diseño de silla para satisfacer las necesidades de los padres de una mejor manera cuando estén al lado de la cuna de su bebé.

Otro grupo de estudiantes examinó maneras de reducir el nivel de ruido en la NICU al ver formas novedosas de interactuar con todos los pitidos y alarmas con los que tratan los equipos de atención.

Maryam Attai, una estudiante de doctorado en la Escuela de Educación de Posgrado de Stanford, cuyo grupo encuestó a los padres sobre sus preocupaciones de la transición de la NICU a casa, comentaron que el curso les dio a los estudiantes la oportunidad de participar en un trabajo de mucha empatía hacia el personal médico de la NICU y los padres.

«Los estudiantes aportaron ideas muy importantes», comentó Rhine, profesor de pediatría (Medicina neonatal y del desarrollo) de la Escuela de Medicina de Stanford. «Pudieron identificar las necesidades que mejorarían la atención y la experiencia tanto para padres como para el personal. Esto fue especialmente valioso ya que las ideas estuvieron basadas en entrevistas a padres y cuidadores», agregó Rhine. «Aunque todavía se necesita trabajar en los proyectos antes de ponerlos en marcha, algunos de ellos sin duda son apropiados para nuestra unidad de operaciones actual y otros se podrían considerar para el futuro».

Todavía falta ver si los proyectos de los estudiantes pasarán a ser una realidad. Sin embargo, al pasar por este proceso de dar clases en el curso, Rhine aprendió lo valioso que es acercarse a un público más grande y recibir su aportación para lograr un diseño óptimo.

«Trabajar con estos estudiantes me ha dado esperanza y me ha inspirado. Me hicieron saber que en un periodo breve, es posible desarrollar ideas innovadoras y viables para un entorno muy complejo», comentó Rhine.

«Mientras tanto, necesitamos seguir haciendo este tipo de preguntas al personal y a las familias», comentó Rhine. «¿Cómo podemos mejorar continuamente en el tratamiento de recién nacidos gravemente enfermos, al tiempo que implicamos a los padres y los apoyamos? Los estudiantes nos dieron nuevas aportaciones importantes y creemos que sus conceptos podrían desempeñar un papel en el futuro del diseño de la NICU».

Para obtener más detalles sobre las presentaciones y los proyectos de los estudiantes de «Rediseño de la NICU», visite http://www.redesignhealthcare.org/2014/12/10/final-presentation-day/.

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