Ser voluntaria de Packard Children’s durante 20 años ha sido una manera especialmente significativa en la que Annie demuestra su apoyo a la salud infantil. Vea aquí su historia.
[Trasunto del video]
Como voluntaria nunca sabes exactamente de qué manera conmoverás a una familia, puede ser algo muy pequeño como provocarle la sonrisa a un niño antes de que se vaya a casa. Empecé a trabajar como voluntaria en Packard Children’s Hospital cuando abrió el hospital. He trabajado probablemente en todos los departamentos del hospital, pero encontré mi pasión en la sala de recuperación bajo la dirección de enfermería.
El apoyo de los donantes es tan importante para el Packard Children’s Hospital por dos razones. Número uno: proporciona atención médica de alta calidad a todos los que entran por la puerta. Dos: impulsa la investigación y los avances en atención médica pediátrica. Creo que las donaciones heredadas son muy importantes porque permiten que un individuo o una familia que ha sido conmovida por una contribución al hospital haga un donativo considerable a su nombre o en nombre de la familia. La importancia de mi donación es proporcionar en realidad un legado para el trabajo de voluntariado que he realizado en los últimos 20 años.
Yo no tuve hijos y en la pequeña calle que tenemos hay 35 niños y quería asegurarme de que cada uno de ellos tuviera la capacidad de recibir atención de alta calidad en el hospital.
La Lucile Salter Packard Society es un grupo de individuos en la comunidad que han hecho donaciones al hospital. Uno de los beneficios para mí es que me da la oportunidad de interactuar con otros donantes. Quiero alentar a más personas a que consideren hacer una donación a Packard Children’s porque nunca se sabe cuándo uno va a necesitar los servicios y además garantiza la calidad de la atención a la comunidad en general.