El Día nacional de la salud infantil, el 7 de octubre de este año, es un gran día para hacer algunos cambios sencillos que pueden ayudar a sus hijos a ser más saludables y mantenerse así. Nuestra experta en salud comunitaria, la Dra. Lisa Chamberlain, maestría en salud pública, directora médica del Programa de defensa pediátrica y profesora asistente de pediatría en la Escuela de Medicina de Stanford, ofrece cinco consejos para tomar decisiones saludables hoy, o cualquier día, para apoyar los mejores niveles de salud de su familia:
1. Caminen juntos.
«Caminar es la manera más fácil de tener beneficios duraderos», comenta Chamberlain. «Incluso una caminata corta alrededor de la cuadra revitaliza la circulación, da una bocanada de aire fresco, y les ofrece a usted y a su hijo la oportunidad de pasar tiempo y hablar, que es sumamente importante para el bienestar general de su hijo». Si sus hijos están dispuestos, salten un poco, o vayan a andar en bicicleta para divertirse.
2. Intercambie el tiempo que pasa frente a la pantalla por tiempo en persona.
Limitar el tiempo total que se pasa enfrente de una pantalla (computadora, dispositivo manual y televisión) a una hora o menos al día es esencial para luchar contra la obesidad y desarrollar buena salud. Pero cuando es momento de apagar la pantalla, es bueno ofrecer alternativas. «Tenga listo un plan y ofrezca a sus hijos opciones que disfrutarán», sugiere Chamberlain. «Y no dude en participar personalmente. Aliéntelos a jugar un juego de mesa con usted, a que lo acompañen al parque infantil o a jugar con su juguete favorito juntos. También puede dejar que lo resuelvan solos. En el aburrimiento comienza la creatividad.»
3. Lean un libro juntos
Para los niños pequeños hay pocas cosas que son tan agradables como que uno de los padres o el cuidador se acurruque con ellos y le lean un libro. «Establecer tiempo de lectura juntos tiene un efecto positivo profundo en la salud de los niños y en las futuras capacidades de aprendizaje», comenta Chamberlain. «También les hace saber que son importantes y que pasar tiempo juntos es valioso.» Conforme los niños crecen, se siguen beneficiando de leer juntos y es una gran forma de relajarse.
4. Sirva verduras primero a la hora de comer
Piense que esto es un experimento: antes de la cena, ponga un plato de zanahorias, pepinos, jicama, calabacín, pimientos rojos, guisantes o ejotes rebanados y crudos —y tal vez hummus para acompañar— y observe cuántos desaparecen. «Los niños a menudo tienen hambre antes de la hora de la comida, así que es un buen momento para ofrecer los refrigerios más saludables», comenta Chamberlain. «También desarrollan un gusto por lo que comen primero cuando tienen hambre, así que asegúrese de aprovechar esa oportunidad».
5. No sirva refresco
Si hay algo que eliminar de la dieta de su hijo, es el refresco azucarado. «Cada lata de 12 onzas tiene aproximadamente 40 gramos de azúcar», comenta Chamberlain. «Eso es alrededor de 12 terrones de azúcar.» Es importante estar listo con una alternativa deliciosa. «Ofrezca a sus hijos agua con gas mezclada con un toque de jugo o un poco de cítricos frescos exprimidos. Enséñeles cómo hacer su propia limonada burbujeante y la disfrutarán aun más.»
Hacer que el día sea más saludable para los niños puede requerir algo de planeación, pero también puede ser espontáneo. «Asegúrese de que sea divertido y alentador», comenta Chamberlain. «Entre los niños más asocien las decisiones saludables con sentirse bien, más probable será que tomen esas decisiones una y otra vez.» Y ya que los niños aprenden tanto de las decisiones saludables de sus padres, entre más participe usted, mejor. A su salud, en el Día nacional de la salud infantil y todos los días.