El hijo de Cathy Siciliano nación en Lucile Packard Children’s Hospital Stanford en el 2012. Tenía unos ojos que brillaban pero que no estaban alineados horizontalmente, una afección conocida como «estrabismo». A los diez meses de nacido, William regresó para ser sometido a una cirugía que le realinearía los músculos de los ojos, para que ambos ojos trabajaran juntos, y para que en algún momento pudiera ver correctamente.
«Hasta ahora, le va muy bien», comenta Cathy. «Necesita decirnos si está viendo en tercera dimensión, y tiene que ser mayor y estar más desarrollado desde el punto de vista cognitivo para poder hacerlo». Conforme William continúa su atención con nosotros, Cathy se ha inspirado para dar a otras mamás y recién nacidos.
Cuando William todavía era un bebé, Cathy empezó a asistir a nuestra clase de Mañanas para mamá y bebé. La clase, facilitada por uno de nuestros expertos, conecta a mamás nuevas entre ellas para proporcionar apoyo y discusión. En este tiempo, Cathy se enteró de un servicio de voluntarios de aquí para recolectar y distribuir ropa usada de bebés a bebés prematuros y recién nacidos necesitados de nuestro hospital.
Los últimos dos años, Cathy ha dedicado su tiempo a recolectar ropa donada por otras mamás del grupo a cuyos bebés ya no les quedaba la ropa de recién nacidos. Ella lava y dobla la ropa donada y la pone en canastillas para que las trabajadoras sociales las distribuyan a mamás nuevas para sus recién nacidos.
Inspirada por el amor a su hijo y al ser un espíritu afín con otras mamás nuevas, Cathy dice que se identifica con las necesidades de las mamás nuevas y las entiende cuando llevan a sus pequeños a casa por primera vez, y le encanta devolver algo a la comunidad. Es una comunidad que ella ha ayudado a construir «de una mamá de Packard a otra», comenta.
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- Angie Lucia
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