* Diseñar un hospital «inteligente con el agua» en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford
* Paisajismo, sombreado, cisternas y más resultarán en el 38 % menos consumo de agua que en un hospital comparable
* Los recursos de agua reciclada ahorrarán casi 800 000 galones de agua al año
El preservar los recursos naturales, especialmente el agua, es un aspecto central de la ampliación y del nuevo edificio principal del Lucile Packard Children’s Hospital Stanford.
Ya que mantener un ambiente seguro para niños y sus familias requiere abundante agua limpia, el hospital está poniendo un ejemplo de liderazgo tecnológico sobre la forma en que mantendrá sus complejos sistemas y equipos médicos, así como sus servicios esenciales como calefacción, aire acondicionado, lavandería, esterilización, saneamiento, y servicio de comidas.
Este enfoque es más que una elegancia: los hospitales en la actualidad son los terceros edificios públicos con uso intensivo de agua, después de las instalaciones de cuidados de ancianos y los hoteles, al utilizar un promedio de 570 galones de agua por cama dotada de personal por día, según la revista Healthcare Design. En comparación, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos calcula que la persona promedio utiliza de 80 a 100 galones de agua al día.
Conforme continúa la construcción del proyecto del hospital, los arquitectos, diseñadores, y planificadores están cambiando los números del consumo de agua. La instalación ampliada, cuya inauguración está programada para el 2017, añadirá 521 000 pies cuadrados al hospital existente de aproximadamente 300 000, lo que ampliará y optimizará la atención a niños, madres embarazadas, y sus familias, y agregará más cuartos privados. Una vez que se inaugure la expansión, el hospital tendrá un total de alrededor de 330 camas en sitio, con una expansión posterior de hasta 361 camas en sitio. Junto con otras ubicaciones, el hospital tendrá 397 camas autorizadas.
«Durante el proceso de diseño, vemos a la sostenibilidad como una característica clave», dijo Jill Ann Sullivan, enfermera titulada, maestría en enfermería, vicepresidenta de la transformación del hospital y de la planeación de espacios. «El utilizar agua de manera inteligente tiene un impacto en toda la comunidad y ahorra dinero en el largo plazo. Además, simplemente es lo correcto».
Paisajismo
Un sentido propio de responsabilidad medioambiental es el motor detrás del diseño, lo que hace que la sostenibilidad y los sistemas «verdes» sean una prioridad máxima. El edificio integra la naturaleza de manera eficiente en su diseño, con casi cuatro acres de jardines y espacio verde para que los pacientes, las familias, los visitantes y el personal lo disfruten.
El paisajismo presentará plantas nativas y rústicas adaptadas que requieren un mínimo de agua, como variedades de aquilea, lirio de lino, lila de montaña, lavanda y salvia que toleran las sequías. Se plantará una mezcla de pastos especialmente diseñada que necesita muy poca agua o nada de agua, en vez de plantar el césped tradicional. Extensiones de vegetación y de pavimento permeable permitirán que la lluvia se absorba en aguas subterráneas de la región en vez de que corra hacia la Bahía.
Se tomó en cuenta un enfoque sensible al agua para el edificio mucho antes de que la sequía actual de California hiciera que el xeriscape con plantas nativas fuera popular y que el consumo de agua fuera un problema importante. «En el 2008, cuando empezamos la planeación, sabíamos que no había suficiente agua de lluvia ni para sostener las necesidades más eficientes del hospital», dijo Robin Guenther, FAIA, LEED, director en Perkins+Will y el diseñador principal del proyecto de ampliación. «Eso presentó la opción de encontrar maneras de reutilizar el agua tanto como fuera posible.
¿Cuál fue el resultado? No se utilizará agua potable para irrigación. Estos paisajes que hacen un uso eficiente del agua se regarán con agua de lluvia y con agua condensada (agua que se extrae del aire deshumidificado de interiores), que se recolectará en dos cisternas subterráneas de 55 000 galones. El agua destilada que se utiliza sin parar en el equipo de diálisis también se encaminará a las cisternas, para garantizar que haya agua disponible incluso cuando no haya agua de lluvia. El reciclar estos recursos ahorrará casi 800 000 galones de agua al año, dijo Michele Charles, ingeniera LEED del proyecto para la ampliación, quien funge como la funcionaria de enlace de sostenibilidad del proyecto; agregó que el sistema es adaptable y que se pueden integrar cisternas adicionales en el futuro.
«La naturaleza es una parte importante de la identidad del Lucile Packard Children’s Hospital», dijo Guenther. «Queríamos crear una experiencia ecológica para los pacientes y las familias. Queríamos la apariencia y la sensación de un paisaje verde y abundante, muy parecido al edificio actual, pero uno que se pudiera mantener solamente con el agua de la cisterna y de la escorrentía natural.
Sombreado y ubicación
La ampliación también incorporará un sistema de sombreado externo extensivo para minimizar la penetración directa de la luz del sol durante el año. El limitar la luz directa del sol ayuda a reducir la ganancia solar (los aumentos en la temperatura provocados por el sol) lo que reduce la necesidad del aire acondicionado y su necesidad posterior de energía y agua. Y, a diferencia de ubicaciones tradicionales, el centro de datos del hospital ha sido colocado en el techo en vez de en el sótano: un movimiento que permite que utilice el aire exterior como un sistema de enfriamiento en vez del aire acondicionado la mayor parte del año. Guenther dice que el consumo de energía térmica del edificio está proyectado para rondar el 60 % menos que el promedio de los hospitales del norte de California.
Sistemas de equipo
Se proyecta que las lavadoras de platos y los esterilizadores que conservan agua utilicen el 80 % menos de agua que sus contrapartes estándar. Se eliminarán las bombas que se enfrían con agua y los compresores de aire, para reducir el consumo de agua. Se espera que las piletas a pedido y los elementos fijos del baño, que también se están introduciendo de manera paulatina en el hospital actual, ahorren 2.5 millones de galones de agua al año. Juntos, se espera que estos sistemas en el nuevo edificio utilicen el 38 % menos de agua que un hospital estándar comparable, según Guenther. Un panel electrónico en la recepción principal mostrará el consumo continuo de agua y energía del edificio.
El hospital actual
La instalación del hospital actual también opera de manera inteligente con respecto al agua, especialmente en sus terrenos. Diseñado durante la sequía a finales de la década de los 80 e inaugurado en 1991, la mayoría de las plantas toleran las sequías. «Es un programa continuo para monitorear y reemplazar o reparar la escorrentía desalineada o rota de los límites de las cabezas de los irrigadores, y las plantaciones se abonan para protegerlas del sol y retener humedad», dijo Patrick Connor, director administrativo de servicios de apoyo. En vez de utilizar césped artificial, la mayoría de los pastos toleran las sequías y tienen un sistema de riego eficiente, que invita a las familias y a los visitantes a relajarse y a jugar. También se están instalando nuevos controladores de riego basados en el clima.
«La sostenibilidad es un principio rector en todo lo que hacemos», dijo Christopher G. Dawes, presidente y director ejecutivo de Lucile Packard Children’s Hospital Stanford y de Stanford Medicine Children’s Health. «Todos en nuestro equipo comparten este compromiso. Es parte de ser un buen vecino y un miembro de una comunidad más grande, y de garantizar que estamos haciendo lo mejor posible cuando se trata de conservar todos nuestros recursos medioambientales».