Jason Khalipa pensaba que la vida no podía ser mejor. Cuando llegó a los 30 ya se había casado con su novia de la escuela, había empezado una hermosa familia, desarrollado un negocio mundial exitoso y había logrado la estabilidad económica. Khalipa, una estrella de la comunidad atlética de CrossFit, se consideraba afortunado todos los días.
Después, su vida cambió en un instante: en enero del 2016, recibió la noticia de que su hija de cuatro años, Ava, tenía leucemia linfoblástica aguda, un cáncer de la sangre y de la médula ósea.
«Recibimos la llamada del doctor de Ava a las 5:30 p. m.», comentó Khalipa, quien vive en Los Gatos, California. «El doctor dijo, ‘Necesitamos que vayan en este momento a urgencias’ . Llegamos una hora después y estuvimos ahí 16 días. Cuando nos dijeron a lo que nos estábamos enfrentando, me senté en el pasillo durante un rato y lloré».
En ese momento, Khalipa dijo que su atleta interno se activó.
«Muy bien», se dijo a sí mismo. «Es hora de actuar. Vamos a destruir este cáncer».
Desde ese día, decidió utilizar su condición de famoso para educar al público acerca de la enfermedad y aumentar el apoyo y realizar campañas de donación de sangre gigantes para el hospital. Khalipa, quien se ganó el título de «la persona con mejor condición física de la Tierra» en los juegos CrossFit 2008 (una competencia patrocinada por CrossFit Inc. y Reebok), es el fundador de NC Fit, que opera seis gimnasios comerciales en California y México, y 17 programas de bienestar corporativo en todo el mundo.
«Mi perspectiva mental es que uno puede actuar de manera positiva o negativa», comentó. «Uno puede elegir qué óptica utilizar. Yo, como atleta, aprendo cómo aprovechar mi energía de manera positiva: para ganar. Hay muchas cosas, como el cáncer, sobre las que uno no tiene control, pero sí se tiene control sobre los esfuerzos y la agudeza mental».
Cómo empezó
Al principio, no hubo indicadores de que Ava tenía cáncer, dijo Khalipa. Con frecuencia estaba cansada y se quejaba de que le dolían las piernas. Khalipa y su esposa, Ashley, llevaron a Ava a su pediatra, quien creía que solo eran dolores del crecimiento. Luego, Ava sufrió una serie de infecciones en los oídos, una de las cuales fue tan grave que su doctor dijo que nunca había visto una igual.
«Ella no podía luchar contra la infección», dijo Khalipa, quien finalmente empezó a notar moretones en las piernas de su hija.
Fueron al doctor. Esta vez, el pediatra le hizo análisis de sangre a Ava. Poco después llegó el diagnóstico de leucemia. Su oncólogo de Stanford Children’s Health, el El Dr. Gary Dahl recomendó un plan de tratamiento de dos años y medio, incluida la quimioterapia en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford.
En las semanas siguientes, los doctores de Ava le hicieron una transfusión de sangre, le insertaron un catéter PICC (menos conocido como catéter central percutáneo permanente) en una vena en el brazo, y tomaron muestras de su médula ósea. Luego, le quitaron el catéter y colocaron un implante, que es una solución a largo plazo para administrar quimioterapia.
Después de esos 16 días, hubo otra hospitalización de dos semanas, pero ahora Ava ya lleva cuatro meses de tratamiento y sigue recibiendo quimioterapia cada semana. Incluso está asistiendo a clases de pre-kinder cuando se siente lo suficientemente bien.
Difundir información
Nada de esto ha frenado a Khalipa. Con más de 360 000 seguidores en Instagram, 100 000 en Twitter y 74 000 en Facebook, Khalipa ha recurrido a sus fans en medios para buscar apoyo con el hashtag #Avawillwin, en donde publica mensajes desde noticias sobre el tratamiento de Ava hasta mensajes para crear conciencia sobre la enfermedad.
«Sí creo que la unión hace la fuerza», comentó. «Y mi mensaje es sencillo: cuente sus bendiciones y no sus desgracias».
Ashley Khalipa, la cocinera de la familia, también está cumpliendo con su parte para ayudar a otros pacientes que están luchando contra el cáncer. Empezó una página en Instagram que se llama Ava’s Kitchen en la que publica fotografías de los platillos que prepara para Ava y su familia. Las fotografías están ligadas a su página de Facebook, que tiene recetas e ideas para comidas saludables. Su cuenta de Instagram tiene 10 400 seguidores y sus recetas, que evitan los alimentos procesados, el azúcar y los ingredientes con alto contenido de carbohidratos, han recibido el reconocimiento de enfermeras y cocineros del hogar. Algunos de sus platillos favoritos son piernas de pollo crujientes y guisado de calabaza con brócoli, queso cheddar y pollo (vea la receta al final de este artículo).
«Durante mucho tiempo me ha interesado la cocina de alimentos saludables», comentó. «Son platillos sencillos que la gente puede preparar en casa».
La familia Khalipa también organizó una campaña de colecta de sangre y de juguetes para el Lucile Packard Children’s Hospital a principios de este año en el gimnasio Jason’s NC Fit en San José y la respuesta fue abrumadora. Llenaron el estudio al máximo, en donde había más de 100 personas que donaron sangre y juguetes para pacientes con cáncer. El 24 de septiembre del 2016, Jason planea organizar otra colecta de sangre en 100 ubicaciones en todo el país y espera que sea la colecta de sangre más grande que jamás se haya realizado en los Estados Unidos.
«No me importa cuánto dinero tienes, si alguien no hubiera donado sangre, mi hija no estaría con nosotros hoy», comentó Khalipa. Tiene una página de #Avawillwin en su página web NC Fit que da información actualizada sobre Ava junto con un video de la primera colecta de sangre e información sobre las formas en que pueden ayudar las empresas y el público.
También está en pláticas con la Lucile Packard Foundation for Children’s Health sobre cómo puede hacer más para los pacientes con cáncer del hospital, incluido el recaudar dinero para ofrecer más oportunidades recreativas a los pacientes, dar apoyo financiero a las familias de los pacientes que estén necesitadas y movilizar a miembros del mundo del CrossFit para que asistan al Summer Scamper, la recaudación de fondos de la comunidad más grande del hospital, en junio.
«Mi misión es compartir esto con la gente», comentó. «He recibido la mejor atención posible en Stanford. Estoy impresionado con su profesionalismo y calidad humana. Creo que apoyarlos es una muy buena manera de continuar difundiendo el mensaje de que proporcionan atención excepcional y de ayudar a las familias que no pueden permitirse conseguir esa atención. No estoy diciendo que mi familia está pasando por algo fácil. Solo quiero arrojar luz sobre una perspectiva positiva».
Guisado de calabaza con brócoli, queso cheddar y pollo de Ashley
Ingredientes:
1.5 libras de pechuga de pollo, en trozos
2 cabezas de brócoli, picado, deseche los tallos
2 calabazas espagueti pequeñas (o una grande)
de dos a tres tazas de queso rallado (yo utilicé una mezcla de queso cheddar y jack; ajuste la cantidad al gusto; 1 taza también está bien.)
2 huevos, batidos
12 oz. de crema de sopa de pollo (a mí me gusta la marca Pacific Foods de Whole Foods)
1/2 taza de consomé de pollo
el jugo de un limón
2 cucharaditas de ajo en polvo
2 cucharaditas de sal
1 cucharada de mantequilla
Precaliente el horno a 400 °F Corte la calabaza a lo largo por la mitad y colóquela hacia abajo (la cáscara hacia arriba) en una charola para hornear. Métala al horno aproximadamente 20 minutos o hasta que la cáscara esté suave. Sáquela y déjela enfriar. Reduzca la temperatura del horno a 350 °F.
Sofría el brócoli en la mantequilla alrededor de 5 minutos y agregue una cucharadita de ajo en polvo y una cucharadita de sal. También puede cocinar el brócoli al vapor si no quiere utilizar mantequilla. Quítelo de la lumbre y páselo a un tazón o a un plato.
En ese mismo sartén, agregue un poco de aceite de cocina en spray y ponga el pollo. Cocínelo alrededor de 10 minutos hasta que el pollo ya no esté rosa (terminará de cocinarse en el horno).
Ponga la crema de la sopa de pollo, el consomé de pollo, el jugo de limón y el resto de la sal y del ajo en polvo en un tazón y mézclelos.
Engrase un recipiente para hornear y ponga su calabaza junto. Utilice una cuchara para ir sacando la primera capa con semillas y deséchelas. Luego utilice esa cuchara para raspar los fideos de la calabaza y colocarlos en el recipiente para hornear. Agregue el pollo, el brócoli, la mezcla, los huevos y el queso (guarde un poco de queso para el final). Mézclelo bien y esparza el resto del queso encima. Coloque el guisado en el horno unos 20 o 25 minutos o hasta que la parte superior empiece a burbujear.
Consejo adaptado para los niños: a Ava no le gusta el brócoli, así que una vez preparé el platillo sin brócoli para ella. Los niños están consumiendo suficientes verduras con la calabaza espaqueti, ¡así que no hay por qué preocuparse!