(Stanford, California) — Los fines de semana en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford pueden ser muy ajetreados, pero un fin de semana reciente en julio produjo un torbellino extraordinario de 48 horas de trasplantes de órganos múltiples.
Empezó el viernes 17 de julio, en la noche, cuando los doctores realizaron por separado un trasplante de corazón-pulmón y un trasplante de hígado en el hospital. Al día siguiente, tres horas después de terminar la cirugía de corazón-pulmón, los mismos cirujanos realizaron un trasplante de corazón en un bebé. Luego, el domingo, una niña obtuvo un riñón nuevo, mientras que en otro quirófano un adulto joven recibió un hígado muy esperado.
Decir que fue un fin de semana lleno de acción sería un eufemismo.
«Cinco trasplantes en esa cantidad de tiempo es inusual en un hospital infantil», dijo el cirujano Dr. Carlos Esquivel, doctorado, jefe de la división de trasplantes y profesor de Arnold and Barbara Silverman de trasplantes pediátricos en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. «Pero cuando pasa, estamos preparados. Esto en verdad demuestra la profundidad de la institución y nuestros programas de trasplantes».
Todos los órganos provinieron de donantes fallecidos. A diferencia del caso de los donantes vivos, los equipos de trasplantes del hospital no reciben aviso, ni tienen mucho tiempo, cuando se ubica un órgano compatible. A menudo, los órganos vienen en un punto crítico para el paciente, quien puede llevar semanas, meses o incluso años en la lista de espera de trasplantes.
«Orquestrar estas cirugías toma mucha planeación rápida y trabajo en equipo de toda la organización», dice Esquivel, quien ha estado salvando vidas a través de los trasplantes durante 30 años. Todo comienza con una llamada de la Donor Network West, una organización de adquisición de órganos y una de las organizaciones de recuperación de tejidos más grande en el país. Ellos identifican un donante y a su correspondiente receptor. A partir de ahí, el equipo empieza una movilización grande y rápida de cirujanos, anestesiólogos, personal de quirófano, servicios de transfusión, técnicos de laboratorio, trabajadores sociales, enfermeras de cabecera, coordinadores y docenas de otros profesionales capacitados para trasplantes, y en este caso, lo tuvieron que hacer cinco veces en un período muy breve.
Calificado como nro. 1 en la nación en volumen y resultados, Lucile Packard Children’s Hospital y Stanford Medicine Children’s Health han desarrollado protocolos para garantizar que la comunicación y la coordinación sea continua durante estas situaciones que se desarrollan rápidamente.
El trasplante de corazón-pulmón del 17 de julio, que implicaba a un adolescente gravemente enfermo, fue muy gratificante. El pulmón del paciente estaba fallando y corría un peligro inminente de morir.
Los cirujanos cardiotorácicos, el Dr. Katsuhide Maeda, y el Dr. Olaf Reinhartz, dirigieron la exitosa cirugía; al día siguiente también realizaron un trasplante de corazón en un bebé. Además ese sábado, la Dra. Amy Gallo, y el Dr. Waldo Concepcion, ambos cirujanos, guiaron respectivamente trasplantes de riñón y de hígado. Juntos, Concepcion, Esquivel y Andrew Bonham habían trasplantado un hígado ese viernes, la primera cirugía que empezó la ola de cinco en esas 48 horas.
Fue un fin de semana completo de cirugías que salvaron la vida, pero no fue exactamente un récord para el equipo de trasplantes, ya que en el 2013, realizaron cinco trasplantes en un período de 24 horas.
«Cuando el órgano de un donante está disponible, ignoramos el reloj y hacemos lo que se tiene que hacer», dijo Gallo, profesora adjunta de cirugía en la Escuela de Medicina.
Ahora, todos los pacientes están en distintas etapas de recuperación, y cada uno está emprendiendo una vida nueva más sana.
Mientras tanto, las familias están expresando su agradecimiento a los equipos de trasplante, al poder de la donación de órganos, y a las familias donantes que, en pleno luto, tomaron la decisión de salvar las vidas de otros.
* Lea sobre la historia de Stanford de innovación e investigación de trasplantes aquí.
* Entérese cómo registrarse para ser un donante de órganos en http://donatelife.net.
* En la Escuela de Medicina de Stanford, el Dr. Olaf Reinhartz, es profesor adjunto de cirugía cardiotorácica; el Dr. Katsuhide Maeda, es profesor clínico adjunto de cirugía cardiotorácica; el Dr. Waldo Concepcion, es profesor de cirugía; la Dra. Amy Gallo es profesora adjunta de cirugía; y Andrew Bonham es profesor adjunto de cirugía.
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